La verdad oculta sobre Oraciones A La Medalla Milagrosa

oraciones a la medalla milagrosa

Alcánzanos a todos nosotros, tus hijos, la felicidad de una aceptable muerte, para que, juntos contigo, tengamos la posibilidad gozar un día de la celeste beatitud. Muy santa Virgen, creo y admito tu santa Inmaculada Concepción, pura y sin mancha. , por tu Concepción Inmaculada y gloriosa prerrogativa de Madre de Dios, alcánzame de tu amado Hijo la humildad, la caridad, la obediencia, la castidad, la santa pureza de corazón de cuerpo y espíritu, la perseverancia en la práctica del bien, una buena vida y una santa muerte. Nuestra Señora de Guadalupe, de conformidad con tu mensaje yo te venero como la Virgen Madre del verdadero Dios, por quien vivimos, el Creador de todo el mundo, el que hizo el cielo y la tierra. Me arrodillo espiritualmente enfrente de tu sagrada imagen, que dejaste milagrosamente impresa en el mantón de Juan Diego y, con la fe de los innumerables peregrinos que buscan tu intercesión, te estoy pidiendo que me concedas esta felicidad (realice aquí su solicitud).

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Oración A Dios Para Atestar Sendero De Luz Y Prosperidad

Ampárame mi madre, con el escudo asegurador de tu medalla. Como el hijo pequeño en brazos de su madre, de este modo nos encontramos nosotros en el regazo de María, muy junto a su Corazón Inmaculado. ¿Podría hallarse un lugar más seguro?. Busca un espacio tranquilo para comenzar a rezar las oraciones iniciales de la Novena a la Medalla Prodigiosa oracionesasantarita.com. A continuación, aquí tienes la manera de rezar la novena a la Virgen de la Medalla Prodigiosa por la paz y la confianza. Con la aprobación de la Iglesia Católica, las primeras medallas de la Virgen Prodigiosa se hicieron en el año 1832 y se distribuyeron en París.

Aquí nos tienes humildemente postrados frente tu espectacular imagen. Estando bajo tu sombra protectora, y en tu maternal regazo, nada vamos a poder tener miedo. Ayúdanos en nuestra peregrinación terrena y también intercede por nosotros ante tu Divino Hijo en el momento de la muerte, para que alcancemos la eterna salvación del alma.

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Santa Catalina Labouré Vidente De La Virgen De La Medalla Milagrosa

En el otoño de 1834 ya hay más de 500,000 medallas, y en 1835 más de un millón en todo el mundo. En 1839, se ha propagado la medalla hasta alcanzar más de diez millones de ejemplares. A la desaparición de sor Catalina, en 1876, se cuentan más de mil millones de medallas. Le solicitó mantenimiento de flota a Catalina que le hiciera una medalla según la modelo y dar a conocer la devoción a la medalla. Las historias de curas y conversiones hicieron que las medallas fuesen populares y dieron como resultado que la llamara «milagrosa».

Para dar a conocer la devoción, el padre Aladel formó cofradías o fraternidades de los Hijos de María que se extendieron por todo el mundo. Una escultura de Nuestra Señora de la Medalla Prodigiosa fue colocada sobre el altar primordial en la capilla donde María se apareció a la Hermana Catalina. Deseosos de contribuir también nosotros a la más grande gloria de Dios y honor de su Madre Santísima, seamos desde este día apóstoles de su milagrosa medalla. Esta es la Enorme Promesa de la Medalla Milagrosa. Agradezcámosle tanta bondad, y escudemos siempre nuestro pecho con la medalla que es prenda segura de la protección de María.

¡Muy, muy dulce Reina de los cielos y de la tierra! Virgen y Madre Inmaculada, mira con ojos misericordiosos al hijo que viene a ti, lleno de confianza y amor, a implorar tu maternal protección y a darte gracias por el gran don celestial de tu bendita Medalla Prodigiosa. Oh Virgen, Madre de Dios, Inmaculada María, nos brindamos y consagramos a ti, bajo el título de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa.

Para las oraciones finales de esta novena recurrimos a la protección de María con la vieja oración del Acordaos y el Acto de Consagración a la Medalla Prodigiosa. Los niños de hoy van a ser los hombres del mañana, así que en nuestras manos esta brindarles una correcta formación a través de Dios. La Virgen Santísima Medalla Prodigiosa logró su aparición frente a una humilde religiosa, llamada Santa Catalina. Le oriento a llevar a cabo una medalla donde se demostrara frente el planeta que ella como santa madre. Virgen y Madre Inmaculada, mira con ojos misericordiosos al hijo que viene a Ti, lleno de confianza y amor, a implorar tu maternal protección, y a darte gracias por el enorme don celestial de tu bendita Medalla Milagrosa.

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