La mejor Solución sobre Oraciones A La Medalla Milagrosa

oraciones a la medalla milagrosa

Te pido un verdadero amor a Jesús, y la gracia de una santa muerte. Oh Madre mía, por el cariño que tienes a Dios, Nuestro Señor, te ruego que seas mi asistencia en todo tiempo, pero principalmente en el último momento de mi vida. No me dejes, Mi madre, hasta que me veas salvo en el cielo, para bendecirte allí y cantar tus alabanzas por toda la eternidad. “Virgen inmaculada de la medalla milagrosa que te manifestaste a santa Catalina Labouré, como mediadora de todas las gracias, atiende a mi plegaria. En tus manos maternales dejo mis intereses espirituales y temporales, y te confío particularmente la gracia que me atrevo a implorar de tu amabilidad, a fin de que la encomiendes a tu divino hijo y le ruegues concedérmela, si es conforme a su voluntad y ha de ser para bien de mi alma.

«La confianza consigue todo lo que espera» . Durante los meses de quimioterapia me regalaron muchas estampitas de beatos y de oraciones. Pero la Virgen de la Medalla Prodigiosa fue la que me cautivó. La conocí porque mi cuñada Rebeca y su hija María Paola le rezaron por mí y me hablaban mucho de ella. Me contaron de las procesiones que en Santiago de Veraguas se hacen cada año en su honor el 27 de noviembre.

Reflexión Día 5 De La Novena

Sí, eres nuestra Madre; la Madre de Dios es nuestra Madre, la más tierna, la más compasiva. Y para ser nuestra Madre y cobijarnos bajo el mantón de tu protección te quedaste en tu imagen de Guadalupe. Por tu justicia, presente en nuestros corazones, reine la paz en el mundo. Te lo pedimos por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo y el Espíritu Santurrón, Dios, por los siglos de los siglos. Contempla esta inmensa mies, e intercede a fin de que el Señor infunda hambre de santidad en todo el Pueblo de Dios, y entrega rebosantes vocaciones de sacerdotes y religiosos, fuertes en la fe, y recelosos dispensadores de los secretos de Dios. «»No se entristezca tu corazón… ¿Acaso no estoy yo aquí, que soy tu Madre?

Entonces le pregunté que significaban las cosa que había visto, y ella me lo explicó todo «. Catalina nació el 2 de mayo de 1806, en Fain-les-Moutiers, Borgoña . Entró a la vida religiosa con la Hijas de la Caridad el 22 de enero de 1830 y después de tres meses de postulantado, 21 de abril, fue trasladada al noviciado de París, en la Rue du Bac, 140. Tere gracias por obsequiarnos este bello artículo de la Vírgen, merced control de obras a Liliana y a Cheli por compartir sus expresiones que adornan tus palabras. Creo fervientemente en DIOS y la VIRGEN, no necesito ver para creer, estoy cubierto de sus milagros y testimonios que los afirman. El primero de los días de la novena, se la mandé a una amiga, que tenía a su esposo en cuidados intensivos con Covid-19.

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De ninguna manera mejor que proclamando vuestra amabilidad y difundiendo por todas partes vuestra bendita Medalla, como me propongo llevarlo a cabo desde este día en testimonio de mi agradecimiento y de mi amor. Dadme felicidad, Madre mía, para llevarlo a cabo. ¡Oh Virgen Inmaculada, verídica escala por donde pueden los pecadores llegar al reino de Dios! Tendedle vuestra mano ¡oh Virgen Purísima! arrancadle del cautiverio del pecado, sacadle de las tinieblas en que yace y conducidle al reino de la luz, de la paz y de la divina gracia.

Esa tarde no podía dejar de pensar en ella. Todo el grupo de amigas estábamos muy tristes. Yo solo lo vi una vez en mi casa en el momento en que vinieron a buscar un libro que me habían comprado. Sin comprender de qué forma apoyarla, llamé a Liliana Motta a fin de que me guiara, estimando que Liliana también había perdido a su esposo durante este tiempo de pandemia sin poderse despedir de él. Me mencionó que lo mejor, en tanto que mi amiga era muy devota de la Virgen, era que ofreciéramos rosarios por el alma de su esposo y por fortaleza para y que se lo dijéramos. Le ha tocado una prueba muy dura, pero estoy segura de que con el apoyo de Dios y la Virgen va a poder superarla.

Y le charló a la santa de las desgracias y catástrofes de todo el mundo con tanta pena y compasión que se le anudaba la voz en la garganta y le brincaban las lágrimas de los ojos. Acuérdate, oh piadosísima Virgen María, que nunca se ha oído decir que uno solo de cuantos han acudido a tu protección y también implorado tu socorro, haya sido desamparado. Nosotros, pecadores, animados con tal confianza, asistimos a ti oh Madre, Virgen de las Vírgenes, a ti venimos, delante oracionesasanmiguelarcangel.com de ti nos mostramos gimiendo. No quieras, oh Madre, despreciar nuestras súplicas, antes bien escúchalas y cúmplelas. María, madre mía, enséñame a entender mi padecimiento como lo haces y a soportarlo en unión con el padecimiento de Jesús. En tu amor de madre, calma nuestro temor y aumenta nuestra seguridad en el misericordioso amor de Dios.

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