La mejor solución para Jesus Yo Confio En Ti

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No me anudes con tus intranquilidades inútiles. Satanás quiere eso; agitarte, angustiarte, quitarte la paz. Yo hago los milagros en la proporción de la distribución y seguridad que tienes en mi.

Besa su mano, aunque te lleve por caminos de espinas. es un Padre amoroso, que busca tu bien. No te vuelvas atrás, no te desanimes, no lo rechaces.

Divina Misericordia

No arruines mis planes intentando de imponer tus ideas, permíteme ser tu Dios y actuar libremente en tu vida. Por qué razón te agitas y confundes por los inconvenientes que te trae la vida? Permíteme supervisar tus cosas y también irán tornándose mejores. Cuando te entregues completamente a mí, todas las cosas van a ser resueltas con calma, según mis proyectos. Ven con frecuencia a esta fuente de la clemencia y con el recipiente de la seguridad recopila cualquier cosa que necesites.

Por el hecho de que, si queremos ser felices, aun en esta vida, sólo lo conseguiremos siguiendo el camino del amor. A lo largo de casi veinte años esta devoción estuvo prohibida, pero desde el 15 de abril de 1978 la Santa Sede dio su autorización a la práctica de la devoción. Fue beatificada el 18 de abril de 1993 por S. S. Juan Pablo II y proclamada santa el 30 de abril de 2000.

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Jesús, En Ti Confío

Pero Dios ha prometido fortaleza para el día, luz en el camino, la felicidad en las pruebas y su amor imperecedero. En el año 2000, estaba embarazada de mi tercera hija y, como no iba a nacer hasta el 20 de noviembre, me fui apaciblemente de vacaciones a casa de mis suegros a Fuenterrabía. Contra todo pronóstico, el 15 de agosto me puse de parto. Esa misma oraciones-catolicass.com noche, di a luz una niñita de 600 gramos de peso, que me dijeron que no era viable. Cabía en las palmas de las manos de la enfermera que se la llevó.

Es una manera de manifestar con claridad que deseamos estar plenamente libres para todo cuanto Él decida llevar a cabo en nuestra vida, pues deseamos cumplir siempre y en software construccion todo momento su voluntad divina. En una palabra, consagrarse es abandonarse en Jesús y echarse en sus brazos sin miedo para aceptar gustosos lo que Él decida para nosotros. Es una dedicación completa, una disponibilidad absoluta y sin condiciones y para toda la vida.

Es vivir completamente para Dios en vida y eternidad. Si no estás segurísimo de su amor, entonces, no te lanzarás al vacío y vas a tener miedo del futuro o de lo que logre enviarte. Vas a tener temor al sufrimiento y tu vida estará atada a las comodidades y cosas de la tierra y no vas a ser con la capacidad de desatarte para poder volar hacia las alturas de Dios.

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