El nacimiento de Oracion A Los Tres Arcangeles

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En 1733, en el momento en que san Gerardo Maiella tenía 7 años, un día, mientras que asistía a misa, se acercó al altar para recibir la comunión, pero el sacerdote se la negó, pues era todavía un niño y en aquel tiempo solo recibían la comunión a los doce años. Por la noche, se le apareció el arcángel y le dio la comunión. La voz del arcángel le enseñaba a comportarse bien y a frecuentar la iglesia. Próximamente se unieron a san Miguel la visita de santa Catalina y santa Margarita. Con su ayuda, ella logró seducir al delfín a fin de que la acompañara a Reims para ser coronado rey.

Protegednos contra nosotros mismos, contra nuestra cobardía y tibieza, contra nuestro egoísmo y nuestra avaricia, contra nuestra envidia y desconfianza, contra nuestra suficiencia y comodidad, contra nuestro deseo de ser apreciados. Desligadnos de los lazos del pecado y de toda atadura al mundo. Haznos observadores en la espera del Señor a fin de que no nos encuentre dormidos en el momento en que llegue. Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros contrincantes, líbranos, Señor, Dios nuestro. Por esto, aquí una novena en honor de estos tres amigos del cielo que tienen la tarea de defender al hombre en la pelea contra los proyectos del demonio.

San Gabriel

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Oremos.- Omnipotente y eterno Dios, te adoramos y te bendecimos. En tu fantástica bondad, y con el misericorDioso deseo de socorrer las ánimas del género humano, has escogido al glorioso arcángel san Miguel, como príncipe de tu Iglesia. VIII.- Por la intercesión de san Miguel y el coro celestial de los arcángeles, que Dios Nuestro Señor nos conceda la gracia de la perseverancia final en la fe y en las buenas obras, y de esta forma nos lleve a la gloria del paraíso.

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Novena A Los Santurrones Arcángeles Miguel, Gabriel Y Rafael

También pido que me den su protección contra mis enemigos, queme libren a mi y a los míos, de las malas energías que se manifiestan a mi alrededor, ruego con fe que me den la sabiduría para alcanzar el bienestar y que la buena suerte y la prosperidad se hagan presentes. Oh San miguel, te estoy pidiendo que me cuides de todo enemigo oculto, solo tu puedes librarme de las envidias y las malas energías, gracias por todos tus favores concedidos, prosigue guiando siempre y en todo momento mi camino. Por eso con mucha fe hoy elevo esta plegaria a San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, para que iluminen en todo momento el camino de sus leales devotos y llenen de abundancia y bienestar cada área de nuestras vidas. Lleva una imitación de esta oración en tu agenda o billetera para rememorar sus expresiones en el momento en que las precises. Jesús le llama “el engañador”, “el padre de la patraña”. Su constante actividad en el mundo busca separar a los hombres de Dios a través de engaños e convidaciones al mal.

Te lo pedimos, Padre, por intercesión de Jesucristo, tu Hijo, y por la intercesión de María, nuestra Madre, y de san Rafael arcángel. Es patrono de los curas que confiesan y dan la unción a los enfermos, ya que el sacramento de la confesión y de la unción de los enfermos son sacramentos de sanación física y espiritual. Por software almacen eso los sacerdotes deberían soliciar su asistencia, singularmente, al confesar y ofrecer la santa unción. Es patrono de los ciegos, pues puede curarlos de la ceguera como lo hizo con el padre de Tobías.

A las diez y cuarto, yo estaba en cama y apagué la luz. Tras 2 o tres minutos, a través de ámbas puertas, comienzo a oír una conversación animada en su habitación. Son tres hombres quienes toman parte, con voces distintas, que se oyen muy bien bolsa-termica.com en el silencio de la noche. El padre Lamy charla de vez en cuando con un interlocutor, cuya voz es muy varonil y satisfactorio. Entiendo ciertas sílabas, pero no entiendo lo que dicen. Por discreción, no quiero ir hasta la puerta para oír.

Otra segunda aparición ocurrió durante la guerra de los napolitanos contra los habitantes de Benevento y Siponto (donde está el monte Gárgano). Estos últimos solicitaron una tregua de tres días para rezar, ayunar y pedir la asistencia de san Miguel. La noche previo a la batalla, san Miguel se apareció al obispo y le dijo que las oraciones habían sido escuchadas y que los ayudaría en la riña. De esta forma fue, ganaron la batalla y, después, fueron a la capilla de san Miguel en agradecimiento. Allí hallaron huellas de hombre impresas poderosamente en la piedra junto a una pequeña puerta. De esta forma comprendieron que san Miguel había querido dejar una señal de su presencia.

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